Yo elegí quererte y todas las consecuencias que eso conllevaba, elegí que tu olor fuera el que mejor le venía a mi ropa. Elegí llorar por ti cuando te ibas, elegí creerme todo lo que dijeras, elegí no elegir otros abrazos. Elegí las idas y venidas, las despedidas, la impotencia, la incertidumbre y tu impredecibilidad, elegí el miedo a fallar y los impulsos, elegí tus miradas, elegí adorar tu perfume y tu voz. Elegí conservar intacto cada momento. Elegí callarme y perderme contigo por las calles de madrugada, y tu respiración en mi oreja derecha, elegí besarte de cualquier manera, y la pasión a gran escala, elegí estremecerme sola y únicamente contigo, elegí no ponernos límite. Elegí el terrible sabor de cada reencuentro. Elegí que ninguna palabra saliese de aquí. Elegí arriesgar y no me arrepiento de nada.